Citaron a indagatoria a ex funcionarios kirchneristas y empresarios por sospechas de coimas en la explotación de trenes

El juez Claudio Bonadio citó a declarar a Julio De Vido, Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi, Aldo Roggio, Gabriel Romero, Claudio Cirigliano y Sergio Tasselli. Es por un desprendimiento de los cuadernos de las coimas K



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El caso iniciado por las anotaciones del chofer Oscar Centeno sigue aportando derivaciones judiciales. El juez federal Claudio Bonadio citó a indagatoria a ex funcionarios kirchneristas y a empresarios del área ferroviaria.

El magistrado llamó a declarar al ex ministro de Planificación Julio De Vido y a los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. También serán indagados los empresarios Aldo Roggio, Gabriel Romero, Claudio Cirigliano y Sergio Tasselli, cuyas compañías explotaron las líneas de trenes metropolitanas y el subte de la ciudad de Buenos Aires durante el kirchnerismo.

Carlos Stornelli, fiscal del caso de los cuadernos, había pedido la indagatoria de Jaime y Schiavi luego de que varios empresarios declararon como arrepentidos haber pagado coimas mientras tenían el negocios de trenes y subtes. A partir de prueba obtenida en la investigación, se abrieron varias causas judiciales, una de ellas por el pago/cobro de sobornos por la explotación del negocio ferroviario.

Uno de los arrepentidos que confesó haber pagado -además de las coimas que fueron anotadas por Centeno- por tener la explotación del subte porteño fue Aldo Roggio.  En agosto pasado, en indagatoria ante Bonadio, el empresario había declarado: «En Metrovías S.A. se debió acceder a la exigencia de efectuar pagos al Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, por expreso pedido que él me efectuara en forma personal en su despacho al inicio de su gestión. En 1994 el Gobierno Nacional nos concesionó la prestación del servicio de Subterráneos y del Ferrocarril Urquiza. El contrato fue inicialmente por 20 años y en 1999 se extendió por 4 años (concluyendo en 2017). La tarifa era la contraprestación por nuestros servicios. La concesión se desarrolló normalmente hasta la crisis nacional de 2002 que produjo el quiebre de la ecuación económico-financiera del contrato, afectada severamente por la devaluación de la moneda nacional y la hiperinflación desatada en ese entonces. El gobierno de Duhalde dispuso un régimen general de renegociación de los contratos (UNIREN) afectados por los episodios mencionados, pese a lo cual no se llegó a concretar y tuvimos que convivir con la modalidad transitoria de compensación a través del régimen de subsidios, que se mantuvo durante toda la gestión kirchnerista. Que esta herramienta la utilizaron para mantener el esquema de subsidios que daban lugar a los pagos que nos exigían e, incluso, nos amenazaban de que nos podían rescindir el contrato por la falta de renegociación del contrato que las autoridades no impulsaban pese a nuestros reiterados reclamos de avanzar al respecto. Fuimos rehenes».

Roggio, que fue el primero en abrir el caso cuadernos a las coimas en Transporte, agregó: «Presumo que los superiores de Jaime conocían la operatoria, habiéndosenos impuesto un porcentaje del 5% de los pagos recibidos al respecto. Se pagaba en dinero en efectivo, periódicamente, en general mensualmente y en la persona del Secretario de Transporte. Debimos resignar parte de nuestra rentabilidad ya que los subsidios no implicaban una mejora contractual. No tuvimos oportunidad de negarnos a esta exigencia, habiendo soportado la presión hasta el límite de nuestras posibilidades, máxime teniendo en cuenta que se trata de un servicio esencial y la gran incidencia del rubro personal (70% de los costos por operación del servicio)».

El empresario cordobés describió el modo en que se le pagaba al ex secretario de Transporte: «La gente de Metrovías le entregaba los montos a Jaime, no le puedo precisar si fue en pesos u otra moneda. Jaime me pidió a mí, ningún otro funcionario nacional me solicitó el pago. Suponía que alguien más sabía pero no lo sé».

Detrás de Roggio, con el mismo argumento, se encolumnó Gabriel Romero, quien además de explotar trenes tiene la concesión de la Hidrovía del Río Paraná. Por la extensión del contrato de explotación de la Hidrovía, Romero admitió -en su declaración como arrepentido- haber pagado 6000.000 dólares de coimas.

Y luego amplió y explicó  cómo era la forma de pago de coimas al ex secretario de Transporte: «A Ricardo Jaime sí se le daba dinero, venía y le daba yo. No era un monto fijo. Le di dinero en varias oportunidades, no recuerdo el monto del dinero. La relación con Jaime empezó en el año 2003, 2004 o 2005 no recuerdo con precisión. Néstor Otero me hizo un vínculo con Jaime, nos encontramos y quedamos que yo tenía que darle un monto de dinero que no era fijo. Creo que era mensualmente, o cada tres meses, no puedo precisar, lo que sí recuerdo es que él decía ‘esto es para arriba y esto es para los gastos de acá’. Esto era en concepto de los Ferrocarriles. No tienen vinculación con la hidrovía, estos pagos eran por los Ferrocarriles, el de Belgrano Norte. Esto se cortó cuando el Estado empezó a no pagarnos porque decían que no había plata para los ferrocarriles. Estos pagos los realicé desde el 2004-2005 aproximadamente hasta alrededor del año 2009. Después nadie más me pidió plata. Puede ser que para alguna campaña me hayan pedido que refuerce, alrededor de 50.000 dólares en cada campaña, no recuerdo bien, cada dos años, cuando había campaña. Yo era una persona que no se permitían mucho a pedirme».

Romero también confirmó los dichos de Roggio: «Yo vi en los medios que Roggio manifestó en el marco de un acuerdo de colaboración que su empresa debía pagar a los funcionarios del gobierno anterior el 5% de los subsidios que cobraba. Esto es así. Esto es cierto, lo puedo confirmar. Son dos temas importantes los que quiero ampliar. Con relación a los Ferrocarriles, yo le daba a Ricardo Jaime el 5% de los subsidios que cobraba. También yo personalmente le daba a Jaime por año de la hidrovía USD 500.000 (quinientos mis dólares), esto fue durante el periodo comprendido entre los años 2004 a 2009; las dos últimas cuotas las entregó Poblete y las recibió Baratta porque Jaime no estaba más. Deseo precisar que el contacto con Ricardo Jaime me lo hizo Néstor Otero. Por otra parte deseo aclarar que mis conversaciones con Jaime comenzaron porque nos habían dejado de pagar. Se manejan con el terror. Y en ese contexto Jaime me dijo que si no pagaba el 5% no me iban a entregar el subsidio. Jaime era medio ostentoso, pero la relación podría decirse que era cordial, él me decía que los pagos eran para arriba pero no me consta cual era su destino. Los pagos eran normalmente mensuales, él venía a mi casa o yo iba a las oficinas de él, las entregas las percibía Jaime personalmente. Si el Estado me pagaba mensualmente, los pagos a Jaime eran mensuales, porque a veces no pagaban a término para crear terror».

Pero, según el empresarios, luego de la salida de Jaime de Transporte siguieron pagando coimas. «Cuando Jaime deja la Secretaría de Transporte, los pagos se atrasaron, y fue ahí cuando Schiavi nos pidió el 5%. Entonces los pagos comencé a entregárselos a Schiavi con la misma modalidad que describí, yo generalmente iba a su oficina, él era más escurridizo, prometía pero después no te daba nada, lo que quiero decir es que prometía trabajo y luego nos congeló la tarifa, y el subsidio, solo nos daba para sueldos y combustible, el resto debía absorberlo yo».

Alberto Tasselli también declaró como arrepentido en el caso de los cuadernos. Es hermano de Sergio, quien hasta 2007 tuvo la explotación de ferrocarriles que comunican el Conurbano con la Capital.  Allí, entre otras  cosas, Alberto confesó: «Mi hermano Sergio tuvo la concesión de los trenes y recuerdo que en una oportunidad un alto directivo de la empresa que era dueña de las acciones de trenes metropolitanos, Julio Forastieri, me comentó que en realidad el retorno sobre los subsidios de los trenes era del 30%, creo que se entregaban mensualmente y que ese dinero era recibido personalmente por Ricardo Jaime en bolsosdesconociendo el lugar de entrega y quien lo hacía por parte de la empresa». Forastieri también tendrá que declarar en indagatoria ante Bonadio.

De Vido, Roggio, Romero y Tasselli fueron procesados por Bonadio por el expediente de los cuadernos. Jaime, Schiavi y Cirigliano están detenidos y condenados por lo sucedido en la Tragedia de Once. Todos ellos tendrán que declarar por las sospechas de circulación de coimas al amparo del negocio ferroviario que controlaba el Estado y explotaban privados.

Fuente:Infobae



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