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Los dolores lo persiguen desde hace más de un año. Son intensos, lo atormentan. El deporte de alto rendimiento ya es casi parte de su pasado y ahora sólo busca recuperar un poco de la calidad de vida perdida. Andy Murray ingresó al quirófano por segunda vez para poder alivianar ese martirio que lo alejará del tenis este año.
«Ayer por la mañana me sometí a una cirugía de recuperación de cadera en Londres. Me estoy sintiendo un poco maltratado y magullado ahora, pero espero que este sea el final de mi dolor de cadera», escribió el británico en sus redes sociales, aclarando que a partir de esta intervención tendrá una pieza de metal en la zona.
Fuente:
Infobae