Sergio Daniel Cassinotti, al frente de la principal obra social del país, llevó a cabo una tarea de ordenamiento del presupuesto del PAMI con resultados bastante meritorios, según señalan en la Casa Rosada.
El presupuesto del Instituto llega a los $ 116,468 millones de los cuales unos $ 90 millones se lo destinan para la atención de salud y fue achicando el déficit y aspira a lograr tener superávit.
Los controles le permitieron, por ejemplo, reducir los días demoras en la entrega de medicamentos oncológicos y también de oftalmología. En el caso de oncología se partió en mayo del año pasado con 3.300 casos sin resolver y con una demora de 35 días a que actualmente no se registren casos sin resolver y sin demora.
Una de las herramientas para mejorar la gestión fue el llevar a cabo la digitalización online de las solicitudes y la nueva credencial también permitirá tener un control de los servicios que utiliza el afiliado. La implementación de la receta electrónica también ayudó a un control más eficiente del gasto de medicamentos. Asimismo, en la compra de medicamentos de hemofilia vía la licitación (que implementó el PAMI por primera vez) permitió una importante reducción de precio del orden del 80%.
Uno de los objetivos de la nueva credencial es que se haya completado toda la distribución se van a implementar lectores en prestadores y farmacias para que los afiliados hagan menos trámites y que el PAMI pueda tener mejor control y auditoría sobre los servicios brindados.