Para comer en la playa, una familia tipo gasta $ 350 por día

Es el costo básico en La Perla. El monto sube en los balnearios del sur marplatense. Los turistas apelan a las viandas y heladeritas



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Es el costo básico en La Perla. El monto sube en los balnearios del sur marplatense. Los turistas apelan a las viandas y heladeritas


La cuenta es sencilla. En un restorán playero de La Perla, una zona que no tiene los precios más altos de Mar del Plata, el almuerzo para una familia tipo puede costar unos $ 350. El cálculo no incluye bebidas alcohólicas. En un local del balneario Alfonsina, un sándwich de vacío sale $ 80, una pechuga a la parrilla $ 70, la hamburguesa completa unos $ 50 y tres empanadas, $ 36. A eso, se le puede sumar una porción de ensalada rusa por $50. Más cuatro gaseosas, a razón de $20 cada una. El total: $ 366. Ese monto crece si se eligen balnearios más alejados del Centro, hacia el Sur. “Nosotros no podemos gastar esa plata todos los mediodías”, dice Alicia, que vino desde Merlo con sus hijos. Para que las vacaciones duren más días, la comida del mediodía es la variable de ajuste.

En el análisis pesa también una paradoja: si bien en Mar del Plata pueden conseguirse algunos precios más competitivos que en otras grandes ciudades, en las vacaciones las comidas afuera son más frecuentes, porque forman parte del relax. Pero, para llegar al final del descanso, hay que medirse.

Lo cuentan Javier Mari, su esposa Natalia y Solcire, de 8 años, desde el chiringo lindero al Torreón del Monje, recién llegados de Cañada de Gómez, Santa Fe. “En un restorán llegás a $ 400 de gasto. Hoy, nosotros comimos un superpancho, un sándwich de lomito y otro de miga, con dos gaseosas, por $ 170”. Si bien la cuenta no fue abultada, no hubo lujos, ni abundancia. “Si te sentás a almorzar, no llegás a los 15 días de vacaciones”, se ríe Natalia. La estrategia de muchos turistas es hacer una cena fuerte, con postre incluido, y entretener al estómago al mediodía, con comidas rápidas en los puestitos.

“Lo que hacemos muchas veces es comprar en el supermercado y llevarnos la vianda para el mediodía a la playa. Preparamos dos sándwich, alguna fruta y una gaseosa grande. Así, el gasto baja a menos de la mitad”, dice Javier. La comida familiar del mediodía puede bajar a unos $ 80.

Pese a la inflación, Mar del Plata tiene una ventaja que recalca Eduardo González, un abogado cordobés, mientras camina por Varese: “Es cierto que los precios para comer están más caros que el verano pasado, pero acá tenés muchos niveles. Podés elegir un lugar caro o lugares populares”.En ese sentido, las rotiserías del Centro pueden ser una opción. En esos locales, el costo de un almuerzo para una familia puede llevarse hasta los $ 100, haciendo algunos sacrificios. Ayer, a media cuadra del Hotel Provincial, en Lamadrid y Peralta Ramos, una docena de triples de miga se vendía por $ 75 y las tartas de verdura o jamón y queso costaban $ 25. Las gaseosas chicas, $ 9. La clave, entonces, tiene que ver con salir de la arena, caminar y estar dispuesto a hacer cola.

En este contexto, el fenómeno de las “heladeritas” o conservadoras sigue pegando fuerte. Acompañan a las reposeras y sombrillas a la hora de bajar a la playa. “Somos jubilados y además de que ya comemos menos, tenemos que cuidar el bolsillo… Ni locos almorzamos en un restorán”, exclamó Julia, en el sector público de Playa Grande. Mostró la heladerita llena de manzanas y con dos botellas de agua.

Otros viajeros, hospedados en hoteles con desayuno buffet, eligen almorzar tarde y seguir de largo hasta los mates. “Yo lo puedo hacer, pero no le pediría a los nenes que se aguanten si a la tarde les viene hambre”, recalca Alicia.

En un negocio de Playa Grande, una zona que atrae público de buen nivel adquisitivo, explican que este año trabajarán con un aumento del 33% en relación a la temporada pasada. “La inflación es un tema de debate. Algunas materias primas suben 40%, pero otras quedan por abajo de la inflación. A nosotros la cuenta nos dio 33%”, dice Marcelo Gómez, encargado del local de comidas rápidas Feliz Verano. Ofrece sándwiches con papas fritas y gaseosa. El vegetariano, por ejemplo, que tiene zucchini y berenjenas asadas, muzzarela, tomate y alioli de remolacha sale $ 95.

En los restoranes cercanos, un almuerzo puede significar un dolor de bolsillo. Una hamburguesa completa cuesta $ 90 y un porrón de cerveza, $45. Además, todos cobran el cubierto (desde $ 12).Como siempre, alcanza con mirar. Después del mediodía, en los restoranes que dan a la playa se ve poca concurrencia, mientras que en los chiringos se forman filas. Mandan los panchos, las hamburguesas, los licuados y las ensaladas de fruta. Otros evitan las colas. Mejor, llenar la heladerita con frutas, pan y fiambres. Y encontrar un poco de sombra para almorzar.

Fuente: Clarín