Sampaoli decide jugarse con un equipo de Sampaoli y no con uno de Messi

En la primera prueba pensando en Croacia, sacó a tres históricos, armó un esquema como en Quito con tres defensores y pidió intensidad y agresividad.



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Si contra Islandia fue el equipo de Lionel Messi y no respondió, parece que contra Croacia de una vez por todas será la Selección de Jorge Sampaoli.

Al límite, sabiendo que ya no le queda ningún espacio para otro error ni concesión, la sensación es que el entrenador reaccionó ensayando con una formación mucho más parecida a las que en general dirigió. La mano del técnico se necesita en el armado inicial y también en los cambios estratégicos y/o de intérpretes en los partidos. Como el técnico en ambos ítems no contestó a la altura de lo que se esperaba, es el momento de que el Zurdo de Casilda pague sus deudas y aparezca en su mejor versión. Que empiece a jugar su Mundial. Para bien o para mal, pero seguro para no quedarse con ninguna duda si la historia se cierra con el peor final. Las primeras señales que entrega impulsan a creer que lo hará asumiendo riesgos. A su manera y bajando otro mensaje potente: tres históricos afuera.

«Mis gustos personales van a quedar de lado», había declarado Sampaoli antes del empate con Islandia que pegó como una derrota. Había resuelto escuchar la opinión de algunos jugadores, con Messi a la cabeza, que se sentían más cómodos con línea de cuatro y con un doble cinco histórico y de contención. Esa fórmula no funcionó. Por eso ahora, aunque todavía el casildense nada dijo y falta mucho para que confirme los once que se jugarán todo contra Croacia, algo que no es menor conociendo su perfil híper cambiante, se viene otra Selección, la suya.

Mirarán desde el banco Angel Di María, Lucas Biglia y Marcos Rojo, los tres de muy bajo nivel ante Islandia, los tres mundialistas en Brasil y con una prolongada historia de Selección, mucho más Fideo y el rubio del Milan que el morocho del Manchester United. Ellos son algunos de los que cargan con el peso del triplete de finales perdidas que en Argentina en general no se valoran por esa locura desmedida por ganar.

Adentro Gabriel Mercado, Marcos Acuña y Cristian Pavón. El ex River no estuvo en Brasil, aunque sí en los tropiezos en las Copa América de Chile y Estados Unidos. No arrastra la misma que los tres excluidos y es muy valorado por Sampaoli por su coraje y versatilidad, aunque no lo haya hecho titular ante Islandia. El ex Racing y el de Boca, en cambio, son la de nueva era. No se encuentran contaminados por el pasado.

De los once que Sampaoli utilizó en la primera prueba seria pensando en Croacia, sólo quedan tres de la generación que busca una revancha con obsesión, con tanta desesperación que suele terminar bloqueada psicológicamente: Mascherano, Messi y Agüero.

Si el parámetro son los once que puso en el arranque del entrenamiento, habría que agregar a un cuarto: Enzo Pérez, hombre en la Era Sabella que llegó a Brasil. Sin embargo, en ese lugar, al lado de Mascherano, después incluyó a Meza y hubo un ratito también para Lo Celso. De los tres aseguran desde la intimidad de la concentración que el de Independiente continuará como titular. Y Meza, se sabe, es uno de los nuevos, como Caballero, Tagliafico, Salvio, Acuña y Pavón. Y a Otamendi como histórico no se lo cuenta porque en Brasil 2014, igual que Mercado, tampoco estuvo.

Si este martes Sampaoli no da otro volantazo, habrá una Selección de cabeza limpia, pero también con otro sistema similar al utilizado por ejemplo la noche de la clasificación en Quito contra Ecuador. Un 3-4-3 que proyecta con mayor agresividad e intensidad por los rasgos de sus componentes. Con Mercado, Otamendi y Tagliafico atrás, en una línea de tres defensores que puede ser de cuatro si bajan por la derecha Salvio o por la izquierda Acuña y que puede ser también de cinco si retroceden ambos por sus bandas.

El dibujo muestra como ejes en el mediocampo a Mascherano con un acompañante: Meza tiene algunas chances más que Enzo Pérez y Lo Celso, el de menos posibilidades de copar ese lugar. Después, con los espacios que se imagina que en algún momento dejará Croacia a diferencia de Islandia, la responsabilidad de volar arriba la cargarán Messi, Agüero y Pavón, a quien se verá más por la izquierda que por la derecha porque por una cuestión de perfiles se chocará menos con Acuña que con Salvio. Si Kichán fuese por la derecha, coincidiría con Salvio y ambos por ahí en general desbordan; ninguno suele cerrarse. En cambio, por el otro lado, el de Boca, al ser derecho, suele enganchar para el medio y eso le libera el terreno para proyectarse a Acuña.

Para lograr una Selección con vida, con otra velocidad e intensidad, les pidió Sampaoli a todos presión, presión y más presión. Cuentan que en el tramo en que no permitían el ingreso a los periodistas Messi y Agüero corrían, corrían y corrían a los defensores de los sparrings como si fuesen los croatas.

Los nombres, con profundo aire de renovación y hasta tocando la fibra íntima de una generación que no quiere irse sin ser campeón, y el sistema, con la memoria de la clasificación mundialista, definen a la intención del técnico para rescatar a la Selección. Si no se arrepiente y otra vez cambia, parece que Sampaoli se decidió a jugarse todo con la Selección de Sampaoli…

 

Fuente: Clarín 



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