No Banner to display
PARIS.- Un huracán de optimismo surgió cuando caía la primaveral noche de París en Roland Garros. Los argentinos, de algún modo, cerraron las puertas del complejo, con dos triunfos cargados de adrenalina. Fueron, en menos de 20 minutos, dos latigazos en serie, sobre el polvo de ladrillo, un escenario que supo ser -tiempo atrás- la tierra prometida de los nuestros.
Uno, inesperado. El otro, contundente. Fue la primera victoria de Guido Andreozzi en un Grand Slam, al superar al norteamericano Taylor Fritz luego de ir dos veces en desventaja y en cinco sets por 6-7 (4-7), 6-3, 3-6, 6-2 y 6-3, en una batalla de tres horas y 35 minutos.
Un rato más tarde, Federico Delbonis, bajo la mirada de Daniel Orsanic, el capitán argentino de la Copa Davis, superó casi sin contratiempos al brasileño Thomaz Bellucci por 6-1, 6-3, 3-6 y 6-1. No hubo duelo de hinchadas: el espectáculo se inclinó demasiado pronto.
Andreozzi, surgido de la clasificación, uno de los tenistas que luchan contra corriente, ganó el punto decisivo, arrojó la raqueta, levantó los brazos y, con la mano derecha, envió la pelota a uno de los suyos. Lo de Delbo, el héroe de la Davis, fue más austero: un grito de guerrero luego de un servicio decisivo.
Seguirá mañana la acción para los argentinos. En el tercer turno del court 3, Diego Schwartzman, preclasificado número 11, en su mejor versión, se enfrentará con el local Calvin Hemery. En el cuarto turno de la cancha 9, Horacio Zeballos jugará con el japonés Yuichi Sugita y en el court 14, también en el último tramo, Guido Pella se medirá con el portugués Joao Sousa. Y la llegada, a pura velocidad, de Marco Trungelliti, que debería estar a tiempo, a las 6 de la Argentina, para jugar contra el australiano Tomic.
Para el martes quedan dos desafíos. Juan Martín del Potro -sigue con los vaivenes físicos en la recuperación del desgarro de la pierna izquierda-, debería enfrentarse con el francés Nicolás Mahut y Leonardo Mayer frente al también local, Julien Benneteau.
Fuente: La Nación
