Mascotas como hijos: parejas que deciden postergar la paternidad

Humanizan a sus animales y deciden dejar los chicos para otro momento. Mientras, se concentran en los estudios, el trabajo o el placer.



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Humanizan a sus animales y deciden dejar los chicos para otro momento. Mientras, se concentran en los estudios, el trabajo o el placer.




Es cada vez más frecuente que parejas estables, que en muchos casos superan los 30, decidan postergar la llegada de un hijo y suplanten ese rol en el hogar con una mascota.

Por lo general, la decisión radica en que prefieren tomarse un tiempo y apuntar a otras cosas que con un hijo a cargo resultarían más dif´ciles: terminar una carrera, viajar o salir con amigos los fines de semana.

Según la psicóloga Giselle Vetere, la tendencia se da en niveles socioeconómicos medios y altos. «Cuestiones laborales, de formación o de disfrute hacen que se postergue la decisión de ser padres. Mientras esperan el momento adecuado, en muchos casos la mascota los ayuda en esa etapa de transición», explica.

«Queda en evidencia la cuestión de probar y ensayar, que antes no estaba tan presente. Se da en varios sentidos: postergan el matrimonio, se van a vivir juntos, prueban si funciona la convivencia y ahí deciden casarse, lo mismo ocurre en algunos casos con los hijos y las mascotas», dice la especialista.

El problema es que muchos humanizan a sus mascotas, se olvidan de que son animales. Los sobreprotegen, los premian con alimentos caros, los visten con accesorios de lujo. Es el caso de Patricia (28) y Gonzalo, con su bulldog francés de dos años. «Nosotros le damos todos los gustos como si fuera un chico, le compramos torta para perro en su cumpleaños, tiene su ropa, lo llevamos de vacaciones y los fines de semana va al parque a jugar con otros perros», dijo la joven al diario La Nación.

Pero hay casos aún más extremos, donde la estética ocupa un lugar central. De eso se encarga Gabriel Abbondanza, del spa para mascotas Koketitos: «El circuito de spa ofrece hidroterapia, ozonoterapia, baño de luz, masajes, baño, corte y peinado. Contamos además con más de 500 productos para las mascotas y un equipo de estilistas y veterinarios de primera clase», aclara.

Giselle Vetere entiende que una pareja puede querer ensayar la formación de una familia, pero marca las enormes diferencias entre tener un «hijo-mascota», y tener un hijo. «A un animal no se lo educa en valores, no tiene el sentido de la trascendencia que brinda un hijo».

Fuente: Infobae

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