Francia pone trabas al acuerdo con el Mercosur por la carne de Argentina y el pollo de Brasil

Emmanuel Macron les prometió a los ganaderos que no entrará a su país "carne con hormonas".



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Los agricultores franceses están furiosos con el acuerdo Mercosur-Unión Europea y presionan al gobierno de Emmanuel Macron para que no lo firme. Hasta ahora van ganando.

Después que la protesta del 23 de febrero contra el Mercosur que reunió a 20.000 productores en toda Francia para mostrar su oposición al acuerdo, llegó este fin de semana el Salón de la agricultura en París. Macrón invitó a comer a 1.000 jóvenes agricultores en el palacio del Eliseo para escuchar sus quejas, en un país donde se suicidan 7 agricultores por mes ante la crisis en el sector.

“No habrá jamás carne con hormonas en Francia”, prometió el presidente, al asegurar que hay posibilidades de “controlar en las fronteras la trazabilidad y las normas de medio ambiente”. En el Salón de la Agricultura, el presidente fue silbado el sábado. Las razones fueron el acuerdo con el Mercosur y la prohibición del glifosato en tres años.

Los agricultores y productores de bovinos franceses son hostiles al tratado de libre comercio con el Mercosur, que permitiría importar 70.000 toneladas de carne bovina cada año a Europa. La más clara voz del gobierno rechazándolo fue su ministro de ecología, el documentalista Nicolás Hulot.

“En este estado este tratado no es aceptable”, dijo en una entrevista ayer con Le Journal du Dimanche. ”Sería muy perjudicial para nuestros agricultores y Francia tiene líneas rojas muy claras. Hace mucho tiempo que yo alerto sobre los efectos perversos que pueden traer esos tratados de libre comercio”, dijo.

 

Para Hulot, estos tratados de libre cambio no son por una cuestión de nacionalidad sino porque no son clima-compatibles. ”Exigimos esfuerzos a nuestros productores, pero aquellos de otras partes del mundo son exonerados de las limitaciones ligadas al cambio climático, cuando sus productos llegan a nuestras fronteras. No hay que aceptarlos. Esos tratados de libre cambio deben ser tratados de justo intercambio”, aseguró.

No es la carne argentina la que más inquieta a los franceses sino los productos brasileños, especialmente el pollo. El gusto de los consumidores por las pechugas hizo implosionar las importaciones desde Brasil y los productores franceses son víctimas de esa apertura. Esa fue la razón por la que el presidente Macron fue recibido por un agricultor disfrazado en el Salón de la Agricultura: ”Soy un pollo brasileño, sin control sanitario”, se presentó el productor.

 

Otra de las preocupaciones es que en Brasil están autorizados a alimentar sus pollos y ganado con harinas animales, cuando en Europa está prohibido después de la epidemia de “vaca loca”. Los ganaderos franceses consideran que en el Mercosur, los productores pueden usar hormonas para su ganado y productos genéticamente modificados.

El objetivo de los agricultores franceses es la “revolución verde” y ecológica. Al menos 30.000 productores bovinos franceses se sienten amenazados por el acuerdo Mercosur, mientras se quejan de un “desastre económico y social”.

Fuente: Clarín